22 febrero, 2008

Los abrigos de piel: signo exterior de crueldad

Pues bien, parece que vuelve la moda de llevar abrigos de piel, y con esto la muerte de millones de animales. La gente se excusa diciendo que muchos de esos animales asesinados son criados en granjas con la unica finalidad de que les arranquen la piel para hacer abrigos.

(Aqui esta el resto de tu abrigo de piel.)

Lo que no saben, o no quieren saber, es que estas granjas son como campos de concentración: los animales malviven en jaulas pequeñisimas, eso sí, acondicionadas perfectamente para los excrementos, no fuera que se les estropeara el pelaje. Estas jaulas deforman a los animales, y los paralizan por culpa del poco espacio.
Otra consecuencia es el estrés que les provoca, ocasionando que se lleguen a autolesionar antes de morir electrocutados o en la cámara de gas.


Y no está solo el sufrimiento de estos animales condenados desde su nacimiento, está el de los animales salvajes que quedan atrapados en los cepos, que intentaran incluso amputarse la pata atrapada antes de morir desangrados.

(Perro con la pata destrozada por culpa de un cepo.)

Hoy en dia, cualquier tipo de tortura animal, o humana, es intolerable.
No os dejeis llevar por la falsa idea de que el hombre tiene que cubrir unas necesidades básicas, en este caso protegerse del frio, ya que podemos estar bien abrigados sin ser unos asesinos.

Sin hablar de las matanzas de focas de Canada y Noruega, en las que matan a palos (literalmente) a cachorros y adultos, despellejandolos después sobre el hielo, con la excusa de que éstas son las culpables de que se esten agotando los bancos de peces. En cambio, hay extudios que demuestran que las focas solo consumen al día entre un 1 y un 3 por ciento de su masa corporal, mientras que la creencia generalizada hasta ahora era que el porcentaje alcanzaba un 27 por ciento.


Se que alguna de las imagenes que he puesto pueden ser duras, pero nada más allá de la realidad...

Acabemos ya con esto!

20 febrero, 2008

Diario de un perro

He recibido ya un par de veces este e-mail, y no para de encogerseme el corazón cada vez que lo leo. Cuantos perros habrán pasado por lo mismo, cuantos habrán sufrido de esa manera, sin necesidad, solo por la "facilidad" de abandonarlos, en vez de dedicar algo de tiempo a entenderlos...
Os lo dejo a continuación para que comprobéis vosotros mismos.

Semana 1
Hoy cumplí una semana de nacido. ¡Qué alegria haber llegado a este mundo!

Mes 1
Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

Mes 2
Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós, esperando que mi nueva "familia humana" me cuidara tan bien como ella lo había hecho.

Mes 4
He crecido tan rápido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me cogen la cola y yo les muerdo jugando.

Mes 5
Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice pipi dentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además, duermo en la recámara...¡y ya no me aguantaba!

Mes 12
Hoy cumplí un año; soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben sentir de mí.

Mes 12
Qué mal me sentí hoy: "Mi hermanito" me quitó la pelota, y como yo nunca agarro sus juguetes, se la quité...pero mis mandibulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer.
Después del susto me encadenaron casi sin poder moverme al rayo de sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa.

Mes 15
Ya nada es igual...vivo en la azotea. Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije.

Mes 16
Hoy me bajaron de la azotea. ¡Seguro que mi familia me perdonó! Me puse tan contento que daba saltos de alegria. Además, me van a llevar con ellos de paseo. Nos ponemos en marcha por la carretera, y de repente se pararon. Abrieron la puerta, y yo me bajé feliz creyendo que tendriamos un "dia de campo". No comprendo porque cerraron la puerta y se fueron. "¡Oigan, esperen! ¡Se olvidan de mi1". Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta que casi me desvanecía, y ellos no se detenian: me habían olvidado.

Mes 17
He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa. Me siento, y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo, con mi alma.
Yo quisiera que me adoptaran, y seria leal como ninguno, pero solo dicen: "pobre perrito, se debe haber perdido..."

Mes 18
El otro dia pasé por una escuela y vi a muchos niños jovenes como mis "hermanitos". Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor punteria". Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él

Mes 19
Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían mas de mi. Ya estoy muy flaco, mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien saca escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra.

Mes 20
Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches, uno me arrolló según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden, y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a la ladera del camino.

Mes 21
Llevo 10 dias bajo el sol, la lluvia y sin comer. Ya no puedo moverme. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quedé en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se esta cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve, otras dicen "no te acerques".
Ya casi estoy inconsciente, pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos; la dulzura de su voz me hizo reaccionar: "pobre perrito, mira como te han dejado..." decía. Junto a ella, un señor de bata blanca empezó a tocarme y dijo: "lo siento señora, pero este perro no tiene remedio...es mejor que deje de sufrir". A la gentil dama le saltaron lágrimas de los ojos, y asintió. Como pude moví el rabo y la miré agradeciendole que me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer, si nadie me queria.

La solución no es echar un perro a la calle, sino gastar un poco de tu tiempo en educarlo. No conviertas en problema, una grata compañia.